Dificultades: ¿Por qué en los negocios son necesarias?
Columna originalmente publicada por el periódico El Financiero 21 de diciembre de 2020.
Están presentes en todas las latitudes. Su intensidad frena a débiles y fuertes. Así es el infinito espectro de dificultades que dinamiza todo mercado sin tregua alguna.
Muchos directivos desean evitarlas. Gestionan sus empresas con el deseo perpetuo de que no existan barreras o inconvenientes que desvíen sus acciones del objetivo deseado. Algunos empresarios vuelcan en queja eterna cuando la organización se ve violentada por una dificultad no pronosticada o fuera de parámetros.
En su definición más simple, una dificultad es un problema, un aprieto o una complicación que surge cuando una persona intenta lograr algo. Algunas son de gestión lenta, pero las más son de generación espontánea.
A pesar de que sobreponer dificultades en el mundo de los negocios puede consumir una enorme cantidad de recursos y energía, ¿por qué son necesarias? Aquí 3 reflexiones para la gestión directiva:
- Toda dificultad es relativa a tu circunstancia. – Un mismo problema se expresa en formas completamente distintas al interior de cada entidad productiva. Sus efectos, por ende, son diferentes.
La pandemia, por ejemplo, a algunas empresas las tomó ‘paradas y secas’ y a otras las sorprendió ‘de rodillas y empapadas’. Ante la misma complejidad, la capacidad de reacción y de maniobra fue profundamente distinta.
- Las dificultades son compuestos, no elementos unitarios. – En otras palabras, están conformadas por dos o más elementos en proporciones distintas. Quien asume esto, sabe que cualquier complicación suele ser multifactorial y, por ende, permite ser desagregada en diferentes partes a la hora de evaluar las posibilidades de reacción.
La contracción de la economía, por ejemplo, sorprendió a algunas organizaciones con estructuras de costos rígidas y obesas y a otras con estructuras flexibles y ligeras. Frente al mismo contexto macroeconómico, las posibilidades de desagregación y accionamiento alternativo son significativamente diferentes.
- Hacen visibles condiciones invisibles. – Tanto al interior de la corporación como hacia el mercado en el que participa, las dificultades visibilizan todo tipo de circunstancias, lanzan nuevas preguntas y permiten aproximaciones muy distintas a las que se asumen como ‘usuales’ o rutinarias.
La afectación de suministros esenciales en ciertas cadenas de valor, por ejemplo, hizo notorias un conjunto de debilidades enel portafolio de proveedores ‘de casa’ y obligó a las áreas de compras o proveeduría a buscar opciones en compañías y latitudes antes impensables.
Dificultades: ¿Por qué en los negocios son necesarias? Son las dificultades de unos, las que abren ventanas de oportunidad para otros. Son los problemas de muchos, los que incentivan la creación de nuevas ideas para algunos. Es la complejidad del de enfrente, lo que abre la posibilidad para ti.
Hace unas semanas escuché a una persona quejarse de las dificultades del año. Usó un número enorme de minutos para quejarse de todo lo que había resultado cuesta arriba, latoso y complicado resolver en su teatro de operaciones. “¿Y cómo cierras el año?”, la atajé. “Bien, muy bien. Estamos muy ocupados”, reconoció con más pena que alivio.
Y sí. Dirige una de esas compañías a la que un año lleno de dificultades para muchos en su sector resultó en un ciclo de irrefutableoportunidad. Su capacidad de reacción a las dificultades de su mundo le permitió instrumentar –más rápido que a otros– nuevas formas de resolver los nuevos problemas de sus clientes.
Así, en un mundo que ha sacudido prácticamente todos los mercados sin recato, ni consideración, hay quien abraza las dificultades. Las ve, las vive y las confronta hasta crear nuevas posibilidades de negocios en un mundo que no dejará de ser tremendamente competitivo y estructuralmente incierto.