Los 3 ingredientes clave de una transmisión memorable en digital
Columna originalmente publicada por el periódico El Financiero 18 de mayo de 2020.
Fue una firma global de asesoría en negocios de cuyo nombre no me voy a acordar, pero difícilmente voy a olvidar lo mala que resultó su experiencia en digital.
15 minutos tarde y sin presentarse a cuadro, el socio líder de la práctica explicó la mecánica. Serían cinco socios quienes presentarían una selección de contenidos. Ofreció una conversación al final. Todo en 60 minutos.
Inició él primero y no tardamos mucho en advertir que sólo escucharíamos voces, que sus láminas estaban tremendamente cargadas de gráficos multiconcepto con letra pequeña y que no había rigor con los tiempos asignados.
Ahí hubiera quedado la anécdota, de no ser porque el tercer presentador repitió conceptos que había dicho el primero y el quinto –de plano– confesó que no sabía si sus compañeros ya habían abordado ciertos puntos.
Así es, no se habían escuchado con atención entre pares. Al final, sin oportunidad de preguntar nada, la sesión acabó.
¿Cuáles son los ingredientes clave que se deben cuidar en un webinar, conferencia a distancia o conversación en digital para construir una experiencia exitosa? Aquí tres puntos para la reflexión preliminar:
1. En contenido, menos es más.- Pocas láminas, pocos textos, letra grande, esquemas fáciles de digerir, frases emblemáticas, imágenes que provoquen buen impacto.
El mundo digital contribuye a la cercanía sólo en la medida en que el sujeto con el que se interactúa exponga de una forma en que se perciba personalizada, apoyándose en ciertos materiales sí, pero sin gravitar excesivamente en torno a ellos.
La presentación se enriquece con modulación de voz y –sobre todo– con una legítima disposición a compartir.
2. La calidad de la transmisión debe maximizarse.- Todo lo que se ve en pantalla importa. Todo lo que se escucha, contribuye.
Desde el segundo uno de la conexión, hasta el momento en que concluye la experiencia, el cuidado de la imagen del presentador, la luz y lo que está detrás contribuyen a que el cuadro que se transmite resulte acogedora y cálido o lo contrario.
En digital, no sólo los conceptos importan, sino el ancho de banda y el profesionalismo con el que se cuida qué y cómo se transmite.
3. La interacción tiene que ser continua.- El mundo digital es una avenida de dos vías. La gente puede y quiere opinar, contestar, cuestionar y recibir información personalizada.
Son tantas las plataformas y técnicas para lograr que la audiencia tenga coparticipación en la experiencia, que resulta inadmisible que empresas y profesionales dedicados limiten esa oportunidad a una sesión clásica de preguntas y respuestas.
Cualquiera que sea el formato y la plataforma que se use, la transmisión de contenidos a distancia requiere un diseño completamente distinto a la interacción clásica de los eventos presenciales. Y las marcas, tanto en experiencias de acceso controlado, como en transmisiones abiertas distribuidas en redes sociales, deben cuidar que sus clientes, prospectos y ‘amigos de la casa’ vivan momentos que les contribuyan y que se diferencien.
Las audiencias estamos elevando nuestro conocimiento y expectativas a velocidades abismales y –con independencia de las diferencias de estilo y las muchas estrategias de comunicación que puede cada compañía diseñar– no es difícil identificar qué contenidos son improvisados y pobres de estructura y cuáles son contenidos bien curados, cuidados y con un deseo trabajado para bien impactar a los asistentes virtuales.
La invitación de esa firma resultó decepcionante. Otras han sido bastante dignas y muy pocas realmente memorables. ¿Y tú, cómo deseas ser visto y recordado en el mundo digital? En el cuidado del diseño y los detalles estará la respuesta de tus clientes e invitados.